Arándanos secos: los arándanos secos aportan muchos beneficios al cuerpo humano porque conservan todas las propiedades de una baya fresca. Contiene vitamina B1, B2, B5, B6, vitaminas C, E, K. PP y colina. El ácido benzoico, que se encuentra en las frutas, permite conservar todos los minerales y vitaminas.
Este es un poderoso antioxidante que protege nuestras células de los radicales dañinos y previene el envejecimiento.
El alto contenido de vitamina C y potasio ayuda a prevenir resfriados y enfermedades infecciosas.
Las vitaminas C y PP, que forman parte de las bayas, favorecen la circulación sanguínea activa y previenen la formación de varices, coágulos sanguíneos y placas cristalinas.
Regula la coagulación sanguínea,
Afecta positivamente el estado de la piel, el cabello y las uñas.
Aumenta la actividad mental.
¡Bueno saber! No se recomienda consumir arándanos secos en cantidades ilimitadas. Además, pequeñas dosis son suficientes para obtener un efecto terapéutico.